Marcelino Camacho un gran dirigente

señores. Del psoe es lastimoso la imagen que están dado al país pensando que todos los habitantes de los diferentes pueblos de la península ibérica somos tontos y caeremos en la trampa, de volverles a dar la confianza y botarles de nuevo, espero que ni tan siquiera en gañen, a sus militantes pues el problema, no es de personas, sino de no traicionar mas al pueblo. Tengan en cuenta, que son demasiadas las veces de decir lo que después no cumplen, no hace falta que pierdan el tiempo, con tres cándatos intentando levantar la moral a sus militantes las necesidades, son otras como partido. Yo me atrevo, cómo ciudadano. A recomendarles que si quieren ser un partido de izquierdas empiecen, por exigir un congreso, de refundación con un programa que recoja las ideas de su fundador, pablo iglesias, y ahora más que nunca la recuperación de las ideas, dé Marx y en gel ,coger como bandera, la lucha contra el neoliberalismo, y la separación de iglesia y estado, pensar que fue con zapatero que la iglesia ,recibió más dinero y lo que izo fue reforzar, mas a los obispos más rancios y carroñeros de las ultimas décadas. Por último, deciros que los doscientos, mil militantes que tenéis en el partido se merecen no ser engañados mas por los varones, él pueblo reclama la nacionalización de la banca, y de todas las multinacionales, reindustrialización de todo el país, reformar la constitución, recuperar los derechos de los trabajadores, recuperar la enseñanza la sanidad garantizar el derecho a la vivienda, garantizar la separación de la justicia del estado, garantizar los derechos, sociales, y sobretodo hacer una ley que cuando no cumplan con el programa, sé les pueda llevar al juzgado por fraude y engaño, al pueblo, no podemos tan poco, aguantar que diputados alcaldes y concejales estén, imputados y continúen en los cargos hasta de los partidos, no se puede acompañar a un imputado, por miembros de la dirección a los juzgados, y menos hacer declaraciones en defensa del cargo imputado por fraude a las arcas del dinero publico